UNA MIRADA FEMINISTA A LA CAMPAÑA ELECTORAL POR LA PRESIDENCIA DE EL SALVADOR
UNA MIRADA FEMINISTA A LA CAMPAÑA ELECTORAL POR LA PRESIDENCIA [...]
UNA MIRADA FEMINISTA A LA CAMPAÑA ELECTORAL POR LA PRESIDENCIA [...]
En estos días los partidos políticos están discutiendo qué van [...]
El movimiento feminista lleva años reivindicando los Derechos de las Mujeres, su reconocimiento y legislación, su defensa y aplicación efectiva. Una expresión de esta denuncia y reivindicación fue el “Tribunal Internacional de Derechos de las Mujeres, Viena +20, Euskalherria 2013”, celebrado el 7 y 8 de junio en Bilbao. En él se presentaron diversos casos de distintas partes del mundo, enmarcados en tres ejes: derecho a una vida libre de violencia, derecho a un nivel de vida digno para las mujeres y derecho al aborto. Este artículo recoge varios de los análisis y propuestas que allí se expresaron.
Estamos en un momento que con la excusa de crisis el poder político, económico y religioso aúna sus fuerzas para imponer una regresión en los Derechos de las Mujeres, como es el derecho al aborto. Ahora mismo, mientras se celebra el 28 de septiembre, Día de Acción Global por un Aborto legal, seguro y gratuito, volvemos a vivir la amenaza del PP, con una nueva ley de aborto dentro del Código Penal. Proponen volver a un sistema que sólo admite la interrupción voluntaria del embarazo en algunos supuestos, cuestionando el derecho al aborto como derecho y volviendo a ser un delito con excepciones. Además la ley será más restrictiva que la de 1985.
Una vez más se quiere controlar el cuerpo de las mujeres. Estamos abocadas a la maternidad a pesar que no sea nuestro deseo, nuestro cuerpo pasa a ser un mero instrumento de gestación dejando de ser un ser con derechos, éstos se interpretan de tal forma que, en este pensamiento conservador impera el derecho de un feto frente al de la mujer.
NO al aborto de Gallardón Podemos decir que [...]
Quimy De León
Eran las tres de la tarde cuando entré a la sala de vistas de la Corte Suprema de Justicia. Est aba llenísima de gente, eran cientos de personas, ni siquiera puedo decir cuántas. Había luchadoras sociales de toda la vida, también jóvenes, muchas de ellas provenientes de diferentes puntos del país; había presencia de comunicadores sociales, periodistas tanto nacionales como prensa extranjera; también hubo familiares de militares que vociferaban mensajes de odio. Había tanta tensión que hasta se podía oler y tocar.
Recientemente, durante el mes pasado, se ha celebrado el Día Internacional de la Lucha Campesina con las reivindicaciones de campesinas y campesinos a nivel mundial. El impacto mediático tenido en nuestra comunidad vasca ha sido escaso y simbólico.
La producción agrícola vasca de alimentos ecológicos se sitúa en torno al 3 % del total y el consumo global de alimentos producidos en el País Vasco no alcanza ni de lejos el 15 % del total. Estos datos reflejan que tenemos una alta dependencia de casi todo tipo de alimentos que nos llegan de fuera. Refleja que nuestra comida viaja, y viaja mucho para satisfacer nuestras necesidades, con lo que conlleva de gastos, sobrecoste, y generación de C02 para la atmósfera.
¿No podríamos revertir esta situación? ¿No nos preocupa tanta dependencia?¿No somos capaces de innovar en las leyes de ordenación territorial a fin de facilitar a los y las productoras de alimentos los recursos necesarios para aumentar la producción local? ¿No podemos relocalizar la producción alimentaria?
¿Podríamos dedicar más innovación, tecnología y desarrollo para aumentar una producción local y agroecológica a fin de cuidarnos, cuidar nuestra salud y cuidar nuestro entorno?
Como Mugarik Gabe queremos compartir la información de que disponemos, a través de la Coordinadora de ONGD de Euskadi y trasmitido por la Agencia Vasca de Cooperación (AVC) del Gobierno Vasco y su Consejo Rector, siendo las noticias muy alarmantes.
El planteamiento que nos trasladan como propuesta presupuestaria, es muy preocupante, con una reducción del 36% en el presupuesto, frente al 11% de los presupuestos generales. Pero además, estos fondos se dedicarían a pagos ya comprometidos de años anteriores, aunque ni siquiera se llegaría a cubrir el total de estos compromisos de proyectos ya en ejecución. Nos comunican que sí habrá convocatoria de FOCAD (convocatoria de proyectos o programas de cooperación), pero con un presupuesto a conseguir de la recandelarización de los pagos comprometidos de años anteriores. Estos supuestos retrasos en las ejecuciones durante 2013 no se van a dar en el % planteado por la Agencia, ya que las ONGDs estamos sufriendo ya otros recortes de otras instituciones financiadoras, por lo que la ejecución en tiempos será, si cabe, más exhaustiva y ajustada en tiempos todavía como para poder retrasar pagos y destinarlos al FOCAD. Esto va a suponer la desaparición, paulatina pero acelerada, de la cooperación vasca.
Como organización somos conscientes de la crisis y las consecuencias que ésta supone para todos los sectores, pero nuestros peores temores se ven ahora cumplidos con este brutal recorte que están proponiendo.
Ser mujer rural y no morir –literalmente- en el intento, es un reto al que cada día se enfrentan millones de mujeres en todo el mundo.
A partir de los años 60 con las promesas de la Revolución Verde, pero sobretodo en las dos últimas décadas al amparo de la globalización y la liberalización del mercado agrícola, la agricultura ha sufrido una transformación drástica a nivel mundial. Hemos pasado de cultivar de un modo natural, en consonancia con los ciclos de la naturaleza, con productos culturalmente adaptados y destinados al mercado local a deslocalizar las producciones, reducir las variedades existentes de cada producto para uniformizar gustos y consumo, emplear masivamente agroquímicos como fertilizantes y pesticidas, y conseguir que, de media, un alimento viaje mas de 2.500 Km. hasta llegar a nuestra mesa. El modelo de producción agrícola industrializada dominante está permitiendo que un puñado de multinacionales del sector agroalimentario se enriquezca gracias a las favorables normativas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y al uso de un petróleo aún barato. Pero este modelo productivo es también responsable de que el 70% de los casi 1.200 millones de personas que pasan hambre en este planeta sean, paradójicamente, población campesina.