PREÁMBULO:
Con las energías del corazón del cielo y corazón de la tierra y el espíritu de nuestros antepasados taytas y mamas.
En los días comprendidos entre el 13 y 17 de junio del presente año 2016, delegaciones de Escuelas de Formación Política y de organizaciones indígenas, así como de la solidaridad internacional, todas ellas procedentes de Bolivia, Colombia, Guatemala y el Estado español, junto con organizaciones hermanas ecuatorianas, nos hemos reunido en el V Encuentro Internacional de Escuelas Indígenas de Formación Política (EIFP) en la ciudad de Quito del Estado Plurinacional de Ecuador.
Durante estos cinco días hemos reflexionado, analizado, profundizado, caminado y tejido nuestros pensamientos respecto a grandes temas transversales en nuestras realidades y en los procesos formativos que llevamos a cabo, como son la defensa de nuestros territorios y de los recursos naturales, atacados hoy por la megaminería, hidroeléctricas, madereras u otro tipo de empresas nacionales e internacionales de carácter extractivista. También hemos podido hablar, y conocer, sobre las alternativas económicas, políticas y organizativas posibles para enfrentar tanta violación de nuestros derechos como pueblos.
Por lo tanto de forma transversal, hemos revisado la situación específica de los derechos de las mujeres y las violencias que sufrimos, así como el importante rol en nuestras luchas comunes, las de los hombres y mujeres indígenas, las de los pueblos indígenas.
Por ello, reafirmamos en esta declaración la impostergable necesidad de seguir dando pasos, de seguir avanzando, al igual que respecto a nuestros pueblos, no ya en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, sino en el pleno ejercicio de los mismos por parte de nuestras hermanas. Solo esto será garantía de avanzar en los procesos de descolonización que demandamos, pues éstos no serán reales sino van acompañados de procesos verdaderos de despatriarcalización.
Hemos tenido la oportunidad, también en estos días, de viajar y conocer la lucha y la resistencia del pueblo de Intag frente a los proyectos de la megaminería. Una lucha que inició en los años noventa, por los que pueblos de este territorios, pueblos campesinos y afro en su mayoría, llevan más de 20 años de violencia, criminalización, cooptación y recibiendo todo tipo de amenazas solamente por defender el territorio y la vida.
DENUNCIAMOS QUE:
1.- El proyecto capitalista dominante y neoliberal en nuestro continente, entre otras, se ha traducido en un proceso de acumulación de riqueza y aumento de la desigualdad hasta límites nunca antes conocido. Este proyecto atenta directamente contra nuestros territorios, vida, identidad y derechos. La imposición de este modelo de dominación profundiza el genocidio histórico y sistemático practicado por los diferentes modelos de dominación contra nuestros pueblos. Esto se traduce en la ruptura de estructuras sociales, políticas y económicas milenarias, así como exacerbando conflictos internos, atentando contra nuestra cosmovisión y expoliando y destruyendo nuestros territorios. De esta forma denunciamos que el proyecto capitalista dominante y neoliberal es un proyecto de muerte, de desolación y de violencia en contra de las mujeres, hombres y pueblos indígenas.
2.- Respecto a la represión y diferentes formas de violencia que vivimos, denunciamos que las más vulnerables son las comunidades así como las lideresas y líderes consecuentes, todos ellos por mantener una postura firma en la defensa de la Madre Tierra y de nuestros territorios. Y todos ellos y ellas por responder únicamente a las demandas y decisiones de sus comunidades. Reafirmamos que las culpas posibles de las que se quiera acusar a nuestros liderazgos, son culpas de las comunidades y pueblos, pues los primeros no hacen sino actuar en consonancia plena con lo que acordamos y mandamos de forma colectiva.
3.-Saludamos la lucha estructural de más de 20 años de resistencia civil en Intag y sus comunidades, y las demás luchas que se llevan adelante en el continente, en contra de los proyectos mineros que ha significado persecución, amenazas y criminalización. Pero, así mismo, queremos saludar las estrategias que han desarrollado las comunidades para mantener su lucha de resistencia en los campos económico y organizativo con iniciativas comunitarias productivas y diversas otras en el plano organizativo para ser vigilantes en la defensa del territorio y del agua contra los megaproyectos, como la minería que se pretende desarrollar en esta región.
DECLARAMOS QUE:
1.- Las organizaciones sociales y pueblos indígenas aquí reunidos, queremos manifestar nuestro compromiso con el proceso de construcción de nuevos espacios, tiempos y territorios políticos, sociales y económicos como alternativa al modelo dominante, que contemplen el reconocimiento y ejercicio pleno de los derechos de nuestros pueblos.
2.- Afirmamos que no se puede postergar indefinidamente el ejercicio pleno de los derechos de los pueblos indígenas al territorio, la autonomía y la identidad. Así mismo, tampoco se puede retrasar la implementación de otros modelos económicos de reciprocidad y solidaridad, para la construcción de sociedades justas, diversas e iguales, así como plenamente despatriarcalizadas y descolonizadas.
3.- Se confirma que a lo largo del territorio Abya Yala son las mujeres, en gran medida, quienes encabezan la lucha y la resistencia de nuestros pueblos ante estas situaciones de vulnerabilidad de los derechos humanos individuales y colectivos. Las mujeres son las defensoras del territorio y el motor de la lucha y la resistencia, pero también constatamos que juntos, hombres y mujeres, tenemos que seguir trabajando por los derechos de las mujeres, incluyendo el cuestionamiento no solo de los roles impuestos desde el exterior, sino también de roles tradicionales que operan contra los derechos de las hermanas.
4.- Es urgente cambiar esta sociedad patriarcal y machista, partiendo de nuestros valores y principios como la dualidad y complementariedad, pero con un ejercicio autocrítico de estos principios si fuera necesario. Igualmente, con la revisión de nuestras prácticas culturales y políticas actuales, y la crítica profunda a la sociedad y sistema dominante.
5.- Ratificamos la necesidad de fortalecer el proceso despatriarcalizador de nuestros procesos mentales, sociales, pero también políticos, históricos y culturales. Debemos profundizar los procesos de liberación individual y colectiva que nos permitan construir realmente nuevas estructuras justas, equitativas y solidarias entre las personas y entre los pueblos.
6.- Partiendo de las experiencias de nuestros ancestros, desde la formación de mujeres y hombres, intergeneracional entre jóvenes y adultos, avanzamos en la construcción de modelos propios de formación donde la participación plena de las mujeres y jóvenes es imprescindible y donde se enfatiza en la necesidad de la formación de formadoras formadores y en la réplica del conocimiento compartido.
7.- Así mismo, en este contexto, reiteramos que la comunicación indígena es un instrumento vital para la incidencia política y la generación de nuevas conciencias sociales, políticas y culturales, capaces de sostener y proyectar tanto en y desde los pueblos indígenas como en y desde la sociedad en general hacia la construcción de estados plurinacionales plenos. Hemos visto la importancia de la comunicación y de gobernar nuestros propios medios y sistemas comunicacionales y de generar estrategias comunicacionales y de incidencia desde una propia visión.
8.- Vemos importante que, a partir de la unidad, se fortalezca la iniciativa de dar nacimiento de un Tribunal Superior de Justicia Indígena a fin de contar con un instrumento de referencia propia en materia de derechos e incidencia ética y política desde los pueblos indígenas. Todo ello dada la consideración de la lentitud de Cortes y Tribunales ajenos a los pueblos indígenas, cuando no el desconocimiento por parte de los Estados de aquellas resoluciones de éstos que vayan en detrimento de sus intereses y de los de las empresas transnacionales.
9.- Así mismo vemos como muy necesario fortalecer una Red y Plataforma Virtual para entretejer las Escuelas de Formación, sus prácticas, metodologías y conocimientos que nos permita estar mas conectados y articulados y desarrollar más iniciativas en conjunto.
10.- Por último manifestamos nuestra alegría y satisfacción porque seguimos avanzando en los procesos de formación emancipatorios y transformadores, como apuesta político ideológica de nuestros pueblos por una sociedad verdadera y profundamente justa, equitativa, digna y solidaria, caminando hacia el Sumak Camaña, Sumak Kawsay, Bia duanaita, Tz’ulb’il Naleb, utz’k’aslemal o Buen Vivir.
Aprobada en consenso por las y los participantes del V Encuentro Internacional de Escuelas Indígenas de Formación Política en Quito, Estado Plurinacional de Ecuador, en defensa de los Territorios y de la Vida plena, a 17 de junio de 2016,
- Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador –CONAIE-, Ecuador.
- Pluriversidad Amawtay Wasi, Ecuador.
- Instituto Científico de Culturas Indígenas –ICCI-, Ecuador.
- Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca –ACIN-, Colombia.
- Organización Indígena de Antioquia –OIA-, Colombia.
- Centro de Formación y Realización Cinematográfica –CEFREC-, Bolivia.
- Universidad de la Tierra, Ecuador
- Asociación de Servicios Comunitarios de Salud -ASECSA-, Guatemala.
- Cooperación Indígena para el Desarrollo Integral –COINDI-, Guatemala.
- Asociación Maya Uk’u’x B’e, Guatemala.
- Alternativa, intercanvi amb pobles indígenas, Catalunya.
- Mugarik Gabe, País Vasco.
- Periféries, País Valencià – España
- Coordinación por los Derechos de los Pueblos Indígenas –CODPI.