Los pueblos indígenas de Guatemala vuelven a padecer una masacre en sus territorios, la cual ha dado de nuevo lugar a la declaratoria del estado de prevención por parte del Gobierno de Otto Pérez Molina.
Los hechos de violencia comenzaron en la noche del 19 de septiembre, momento en el que -según denuncian las comunidades- ingresaron a sus territorios actores armados, que identifican como trabajadores de la empresa Cementos Progreso, los cuales abrieron fuego contra la delegación comunitaria que había acudido al lugar, causando la muerte de un comunitario. Se inició así una espiral de violencia que ha causado ya once muertes y varias personas heridas, y que viene a agravar de manera dramática la conflictividad que se vive en la región.