nos invisibiliza, nos minusvalora, niega que estamos y tenemos derechos. ¿Esto no es violencia contra las mujeres?
El movimiento feminista ha definido y aplicado -y continua haciéndolo- estrategias para trabajar contra la violencia machista (movilización social, autodefensa, propuestas legislativas…) que debemos apoyar. Y al mismo tiempo ha denunciado las responsabilidades de otros actores, por supuesto de las instituciones públicas, pero también de la clase política, los medios de comunicación, el sector privado y los movimientos sociales.
Los conceptos son estratégicos porque nos ayudan a crear nuestra visión del mundo, pero en este debate no se nos puede olvidar la importancia de combinarlo con la acción, la presencia social y la capacidad de propuesta, para que no “pasemos de largo” ante cualquier tipo de violencia machista y en definitiva ante aquellas acciones o actitudes que refuerzan el sexismo en la sociedad. Empecemos participando en las manifestaciones que este 25 de noviembre, día para la eliminación de la Violencia contra las Mujeres, volverán
a tener lugar en todos los pueblos y ciudades.