Nuestro compañero Jesus González Pazos nos ha dejado demasiado pronto. Celebramos el privilegio de haber podido compartir este camino y de haber aprendido tanto contigo.

Transmitimos también todo nuestro cariño a toda su familia, amistades y personas con las que ha compartido años de vida, militancia y compromiso trabajando por la justicia social.

¿Qué podemos decir de él ? De su larga trayectoria, de todo lo compartido…

Jesus fue uno de los artífice de una de las señas de identidad de nuestra organización, como es la defensa de los pueblos indígenas. Hasta el punto de que casi se mimetiza siendo uno más, ¡Cuántas le confundían al conocerle con un indígena de visita!

Dos rasgos nos parecen que hablan de quien ha sido para nosotras, y seguirá siendo.

El primero de ellos, su capacidad de mantener durante tantos años, la esperanza, creer que el cambio era posible, y nuestro trabajo era importante para ese cambio.

En lo últimos años comenzó a tener mucha presencia en medios, recibíamos sus correos que decían TEXTO DE URGENCIA tras algún acontecimiento importante, o elecciones en algún país, y aunque a veces, algunas lo cuestionábamos y poníamos en duda alguna de sus opciones, él tenía claro que si los pueblos indígenas y la clase trabajadora estaban apoyando algo, nosotros y nosotras también teníamos que hacerlo. Que la posibilidad del cambio, de la justicia social existía, y era necesario seguir creyendo y luchando.

Incansablemente.

El último espacio que compartimos fue una asamblea acompañaba a un compañero defensor de Guatemala, con actividades desde primera hora de la mañana hasta última de la tarde, con un dolor de espalda que casi le impedía mantenerse sentado, pero ahí estaba, porque era importante, porque creía en ello.

Y el segundo rasgo lo conocíamos, pero se ha hecho incluso mas visible desde que conocimos su fallecimiento: su capacidad de convertirse en una aliado, en un compañero para el movimiento indígena de Abya Yala. Supo mantener los valores del internacionalismo, no enturbiados por la instrumentalización de la cooperación, tejer alianzas, ser uno más, compartir espacios, debates, risas y la vida convirtiéndose en un amigo. Hemos recibido tantos mensajes y las palabras «compañero», «amigo», «hermano» se repiten una y otro vez. Al igual que «Gracias» por tanto.

Y a este gracias nos sumamos también todas nosotras, Gracias por todo lo aprendido juntas, a las risas, a las esperanzas incluso a las discusiones y los enfados que también los ha habido, han sido muchos años.

Muchos años de compartir sueños, y el día a día con quien siempre quería un bollo de mantequilla, el que ya te miraba torcido si ibas de amarillo, que subía al monte Serantes día sí y día también porque con tanto viaje a Bolivia para él las alturas no eran nada…el de Mamariga que no de Santurtzi , el que adoraba a sus hijas y a su compañera por encima de todo y el que siendo hombre, tan vasco, tan de izquierdas comenzaba las asambleas con nosotras hablando de sus emociones… ¿Cómo llegas hoy? ¿Cómo te sientes?

Y en la próxima asamblea donde también comenzaremos con una ronda de emocionas en la que seguro todas te nombramos Jesus, nos tomaremos un Flor de Caña a tu salud, en tu recuerdo, porque no se nos ocurre nada mejor que celebrar.

Celebrar el privilegio de haber podido compartir este camino contigo.

Descansa en Paz Jesus.