Comenzamos el curso con la visita de compañeras y compañeros de América Latina, que nos acompañaran durante la semana que viene con la idea de denunciar cómo defender el territorio, defender la vida al fin y cabo, y luchar por una comunicación propia se persigue y se criminaliza.
Cada vez es más notoria la desaparición de los derechos humanos de la escena política, económica, mediática y la no consideración real de la gravedad de las violaciones a los derechos ambientales por parte de élites políticas y económicas. Ambas cuestiones derivan en crisis civilizatoria y climática, que pone en cuestión el modelo de desarrollo de las últimas décadas e incluso la viabilidad del planeta y la vida misma.
La ciudadanía tiene un nivel de responsabilidad, pero agentes como empresas altamente contaminantes o gobiernos indecisos y plegados a intereses comerciales y económicos, sin duda, tienen un mayor nivel de responsabilidad.
Estas situaciones afectan de diferente manera a diferentes colectivos, y en un marco de violación continua de los derechos, comprobamos como, en multitud de casos, éstos vienen acompañados por violaciones a los derechos de aquellas personas y colectividades que denuncian la violación.
En Guatemala, mujeres y hombres campesinas e indígenas saben muy bien lo que es resistir, defender y protestar para proteger los bosques, los ríos y los territorios de los que depende su vida…y la nuestra.
En Bolivia, por su parte, sus pueblos originarios han creado un sistema de comunicación propio y alternativo que les represente y con el que defender sus derechos, su identidad, su cultura, sus lenguas propias y un modelo más justo para todas y todos.
En esta ocasión vamos a contar con tres personas que por diferentes causas han llegado a ser protagonistas de esta defensa de Derechos humanos, y también de la criminalización a la que sus acciones les han llevado.
Edgar de León, es abogado maya que centra su labor en exigir justicia por quienes han muerto resultado de la represión del gobierno guatemalteco y defender a quienes ven sus derechos ignorados.
Lolita Chávez, maya quiché, es parte del Consejo de Pueblos Kiché, es feminista comunitaria y es defensora de de derechos humanos. Lolita lleva ya más de cuatro años fuera de Guatemala, en un exilio forzoso.
Iván Sanjinés, es comunicador y cineasta boliviano, fundador de CEFREC – Fundación para el Desarrollo de la Comunicación Intercultural – centrado en la democratización del acceso de los pueblos indígenas al cine y a medios de comunicación propios. En coordinación con las 5 grandes organizaciones indígenas de Bolivia, CEFREC ha llegado a desarrollar lo que hoy en día se conoce como el Sistema Plurinacional de Comunicación Indígena de Bolivia.
Estos días recorran diferentes rincones de Euskal Herria, y se reunirán con instituciones y sociedad civil para denunciar las violaciones de derechos e interpelar responsabilidades.