Bilbao, 3 de noviembre de 2017.
Marcela Lagarde ha defendido la importancia de que el feminismo entre en los parlamentos para trabajar desde el punto de vista normativo en el logro de que las mujeres vivan unas vidas libres de violencias machistas. La antropóloga mexicana ha sido la encargada de abrir las jornadas ‘legislAcción: Propuestas feministas legislativas para vivir una vida libre de violencias machistas’, que Mugarik Gabe organiza en Bilbao. Estas jornadas, que continúan hoy y mañana, tienen como objetivo generar un espacio de aprendizaje para colectivos sociales y feministas, valorar las leyes existentes y elaborar nuevas propuestas.
La legislación estatal actual, que data del año 2004, no refleja la diversas de las violencias, no tiene en cuenta la interseccionalidad, obvia la voz de las mujeres al tratarlas únicamente como usuarias y no como sujetas de derechos, ni tiene en cuenta la memoria de las sobrevivientes, han contextualizado Joana Etxano y Lidia Ruiz, de Mugarik Gabe.
Al respecto, Lagarde ha defendido la presencia “de las feministas en los parlamentos para establecer criterios sobre ideas de igualdad”, porque “a veces hay que estar haciendo leyes”. Ella misma, como diputada independiente en el Congreso de México, impulsó la Ley General de Acceso de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia, que entró en vigor en 2007. “Es importante que en el título esté el sujeto, las mujeres. Debemos defender el derecho de las mujeres a ser sujetos jurídicos”, ha incidido la académica e investigadora. En esta legislación se incluyen cinco tipo de modalidades de violencia: familiar, en la comunidad, institucional, laboral y escolar, y feminicida. Ahora se está trabajando para incluir la violencia obstetricia y la política.
La tipificación del ‘feminicidio’ ha sido uno de los grandes aportes, tanto desde el punto de vista académico, normativo y político, de Marcela Lagarde. Un concepto en el que trabajó después de conocer los infinitos asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, unos “crímenes misóginos y de odio”, en los que la impunidad estatal juega un papel fundamental. “Los gobernantes son actores en la violencia contra las mujeres y las niñas”, ha afirmado la también integrante del Consejo Civil Asesor de ONU Mujeres. “El Estado debe garantizar los derechos de las mujeres y las activistas vigilar para que se cumplan”, añadió.
A través de ejemplos concretos, como el primer congreso de feministas de México celebrado en Yucatán en 1976, Lagarde ha realizado un recorrido histórico sobre el papel de las activistas en los avances normativos logrados en su país: “Hemos logrado que el feminicidio sea de conocimiento público, ya no es un tema de unas cuantas feministas, ahora hay mucha gente que está en la causa para que las mujeres tengamos una vida libre de violencias”.