Juntas, diversas, enredadas:
Las mujeres nos hemos enredado, nos hemos revelado, nos hemos aliado y lo seguiremos haciendo. Mujeres de aquí y de allá en toda nuestra diversidad. Tejiendo redes para librarnos de la violencia que el sistema patriarcal ejerce sobre nuestras vidas y cuerpos. Sabemos que la diversidad es riqueza y bien común y que desde el feminismo es necesario que construyamos modelos de convivencia, solidaridad y reconocimiento en esa Euskal Herria diversa que deseamos.
Patriarcado y capital alianza criminal:
Llevamos años en crisis, pero no solo económica, todo el sistema está en crisis: ecológica, de cuidados, alimentaria, migración forzada,… y de pérdida de derechos y aumento de las desigualdades que como siempre son mucho más sangrantes en el caso de las mujeres: la brecha salarial, los trabajos a tiempo parcial, la conciliación, como ya hemos dicho muchas veces la pobreza y la precariedad tienen rostro de mujer. La economía capitalista recorta en servicio sociales y se ensaña con las mujeres; encargándonos los trabajos sin prestigio y obligándonos a cuidar para sostener la vida que es constantemente atacada por el sistema.
Las únicas respuestas del sistema neoliberal y de los gobiernos que los sustentan, como el del PNV, son huídas hacia adelante, huídas en forma de Acuerdos de Libre Comercio (TTIP), de reformas laborales y privatizaciones que solo consiguen ampliar los beneficios del capital por encima de los intereses de las personas.
Por eso, frente a sus huídas hacia adelante, es necesario cambiar la lógica capitalista, dejar de pensar en cómo exportar y explotar más a las personas y a la naturaleza y empezar a pensar en cómo garantizar la sostenibilidad de la vida. Debemos poner fin al poder de las grandes empresas y seguir construyendo otras lógicas basadas en la solidaridad, autoorganizándonos y creando redes de apoyo frente a la explotación y la violencia y frenar así el avance del capital y de los mercados.
No hay paz para las mujeres
Vivimos tiempos oscuros en los que la guerra y la militarización asolan el planeta. En este paisaje los cuerpos de las mujeres se destruyen, se violan y se utilizan como arma de guerra. Desde aquí, queremos recordar la lucha de las mujeres kurdas. Hace un año salió de allí la caravana de la Marcha Mundial de las Mujeres para mostrar el apoyo a la lucha de las mujeres kurdas por la autodeterminación de sus cuerpos y territorios. Desde entonces, la ofensiva del gobierno turco se ha intensificado, incrementando brutalmente los ataques contra el pueblo kurdo. En especial quisiéramos recordar a las tres activistas asesinadas por la policía turca el pasado 4 de enero, una de ellas, Séve Demirr, organizadora de la Marcha Mundial.
No podemos seguir mirando hacia otro lado en este momento en el que estamos viviendo la mayor crisis humanitaria en Europa mientras sus gobernantes solo blindan sus muros e implantan políticas racistas a menudo utilizándonos a las mujeres y las agresiones sexuales como excusa. Las migrantes forzadas mujeres a las que llamamos refugiadas políticas sin concederles después tal tratamiento, sufren una violencia extrema en su huída de la guerra: vendidas al mejor postor, esclavizadas, violadas por militares, mafias o refugiados varones. Y qué decir de las que se quedan en medio del conflicto bélico, bien por no tener recursos o por otros factores.
La guerra se ensaña con las mujeres. Pero la paz no es la ausencia de una única violencia, la ausencia de una confrontación armada. Esto podemos verlo aquí en Euskal Herria donde supuestamente vivimos un proceso de paz y normalización política. ¿Se puede hablar de paz cuando se vulneran los derechos de las mujeres, se asesinan y se agreden sistemáticamente? Aquí no hay paz.
Feministok iraultzarako prest:
Ya lo sabemos: La violencia machista no son los golpes y asesinatos; es estructural y se asienta en un sistema que socializa a las mujeres en el miedo y naturaliza el cuerpo femenino como débil y el masculino como agresivo. La violencia machista no está aislada está conectada con múltiples violencias del sistema. El Movimiento feminista lucha, desde sus orígenes, contra el sistema patriarcal y capitalista y cada una de sus expresiones y violencias: pobreza femenina, racismo, violencia machista, heterosexismo, eurocentrismo, esclavitud, imperialismo,… Lo hemos hecho desde la movilización social, interpelando y exigiendo medidas a agentes sociales y políticos.
Lo tenemos claro: seguiremos siendo las protagonistas de nuestras vidas y decisiones. Seguiremos transformando la sociedad. Lo haremos juntas, aliadas, enredadas, el Movimiento Feminista de Euskal Herria está unido y listo para la revolución! Por ello, tras el 8 de marzo tenemos una nueva cita el 9 de abril para impulsar y acudir a la manifestación Nacional de Gasteiz bajo el lema “11 eraso 12 erantzun. Feministok prest” porque unidas vamos a responder a la violencia sexista.
FEMINISTOK IRAULTZARAKO PREST! Juntas, diversas, erREDadas.