La violencia contras las mujeres en sus múltiples manifestaciones tiene un elevado costo para las personas que la padecen y para la sociedad. Este es un contexto de un sistema cuya fundación y mantenimiento se sustenta en la violencia contra las mujeres.
Para garantizar el ejercicio de los Derechos Humanos de las mujeres así como para superar las desiguales relaciones de poder entre mujeres y hombres se precisa del cumplimiento de los derechos de las mujeres. Desde el movimiento de mujeres y feminista, el énfasis puesto en los derechos humanos ha sido estratégico para la presión y denuncia de su agenda ante los gobiernos, quienes en última instancia tienen la obligación de rendir cuentas y responsabilizarse del cumplimiento de éstos.
Se ha avanzado a lo largo de los años pero en la práctica totalidad del planeta la discriminación “de hecho” sigue siendo una realidad. El movimiento feminista y diversas organizaciones sociales han jugado un papel fundamental para estos avances a nivel social, legislativo y en instancias internacionales.
Sin duda, la resignificación de las violencias machistas en un marco de vulneración de derechos humanos es un paso necesario para conseguir una conciencia social que haga frente a todas las violencias machistas. Es imprescindible la defensa de los derechos de las mujeres si se trabaja en la defensa de los derechos humanos.