En este período de crisis donde las mujeres somos y vamos a ser las más afectadas por los recortes introducidos y la nueva reforma laboral, me parecía cuando menos bochornoso, presentarnos el éxito de tres mujeres frente a la precariedad que viven el resto, cerca de tres mil millones.
Solo el 28% de los altos cargos nombrados por Rajoy en su gobierno son mujeres, y la retribución de las trabajadoras sigue siendo un 28% de media menor que la de los hombres, siendo de las más altas de la UE. Esto supone que las mujeres vascas deben trabajar 102 días más para cobrar lo mismo que reciben sus compañeros varones.
¿Y porqué digo que los recortes van a afectar negativamente más a las mujeres que a los hombres? Lo digo por que los recortes no sólo están generando gran desigualdad en las rentas, en los ingresos, también está generando una mayor desigualdad de género.
Se están recortando empleos públicos en sanidad y educación donde acceden muchas mujeres mediante oposiciones por su buena preparación universitaria, pero la tasa de paro en mujeres, según un estudio de CCOO en Euskadi, es ya superior al 13%, dos puntos mayor a la de sus compañeros, 67.700 mujeres paradas vascas.
Al comienzo de la crisis se pensó que había una oportunidad para igualar el paro de las mujeres porque estaba afectando mayormente a sectores masculinizados como la construcción. Pero según Europa Press, el perfil del «parado vasco» – ¿casualmente?- es el de una mujer, de entre 25 a 34 años que lleva de uno a dos años buscando empleo y es la única comunidad donde el perfil del parado responde al de una mujer.
En 2011 la tasa de paro femenina en Euskadi según Eustat, era del 10,3% y un 4,1% de larga duración, que nos lleva a pensar que son mujeres que no cobran el desempleo.
Los recortes en la atención a personas con dependencia ¿a quién pensamos que pueda afectar más directamente? ¿Quiénes son las que han asumido siempre las tareas de cuidados?
Hasta ahora las mujeres han realizado mayoritariamente las tareas del hogar y la corresponsabilidad de los hombres avanza a un ritmo que da risa. El Eustat debe tener problemas para contabilizar los puntos porcentuales de horas que han aumentado los varones su trabajo doméstico. Pero ahora con las crisis, ¿Se va a repartir mejor el trabajo doméstico? ¿Quién cuidará de los hijos e hijas y de las personas mayores? El trabajo de la mujer se está duplicando con la crisis.
¿Quien va a cuidar a las mujeres que han sufrido violencia? Los recortes también han afectado a otras prestaciones sociales como la atención a víctimas de la violencia machista.
La reforma laboral afecta más a las mujeres. Y lo digo porque la nueva reforma laboral está fomentando el contrato a tiempo parcial, y las mujeres tienen el 80% de esos empleos, frente al 20% de los hombres. Ello supone menos ingresos, pero no sólo, también menos prestaciones a la Seguridad Social, en definitiva más precariedad ahora y a futuro para las mujeres.
La congelación del salario mínimo interprofesional, directamente y de manera especial, va a afectar a todas las mujeres trabajadoras de hogar, y 641€ va a ser la referencia para esas mujeres, las que trabajan con contrato dentro de los hogares claro está.
Las personas beneficiarias de pensión no contributiva que tienen fijada su residencia en el País Vasco son mayoritariamente mujeres, en una proporción que se cifra en el 63,35% de mujeres pensionistas. Hay 131.859 personas que perciben pensiones de viudedad, con un importe medio de 691 euros y de las cuales gran cantidad de ellas son mujeres.
La Renta de Garantía de Ingresos la cobran muchas mujeres y ésta ha sido recortada en un 7% en el último año. Más exclusión, más precariedad, más desahucios, más personas que su extrema situación económica les está llevando ya a pensar en quitarse la vida.
Quieren hacernos creer que no hay más que una forma de afrontar la crisis, con una política de control de gastos, haciendo recortes, y no es cierto. ¿Cuando vamos a afrontar una política de control de ingresos? ¿Un mayor impuesto de patrimonio, de sucesiones, de grandes sociedades? ¿O un menor subsidio a la iglesia? Si aplicásemos una política fiscal como se hace Suecia, el economista Vicent Navarro calcula que se podrían recaudar 200.000 millones de euros que podrían generar 5 millones de empleos, igual al número de parados actuales. El problema del déficit público no es el elevado gasto público, sino la reducción de impuestos llevada a cabo en los últimos años, los escasos ingresos.
Todo ello, recortes, reforma laboral y la manera de afrontar la crisis supone un retroceso en los avances logrados y conseguidos con esfuerzo por las últimas generaciones de mujeres, en aras a la igualdad de derechos.
Maria, mi abuela (nació en 1889), en la crisis de 1898, cuando se vivía una sensación de desastre tras la guerra con EEUU, con 9 años y unos reales en el bolsillo, tuvo que ir de sirvienta a una casa de la burguesía en la recién industrializada Barcelona.
Maria, mi madre (nació en 1916), en la crisis de los años 1960 tuvo que realizar las labores domésticas y trabajar en casa cosiendo para una tienda, vestidos infantiles hasta altas horas de la noche.
Maria, yo misma (nacida en 1957), en la crisis del 2007/2008 he perdido gran poder adquisitivo y tengo «la espada de Rajoyocles” sobre la cabeza con los posibles recortes que puedan afectar a mi puesto de trabajo.
¿Crisis? ¿Qué crisis? ¿De que crisis estamos hablando?
Las tres marías, como la mayoría de las mujeres, llevan toda su vida con recortes, con crisis, en definitiva una vida recortada.