En este largo e inacabado camino hacia la igualdad, en estos últimos años se ha logrado la aprobación de leyes, como la Ley de Prevención y Protección Integral contra la Violencia de Género, la Ley de Dependencia, la Ley para la Igualdad Efectiva de Hombres y Mujeres, Ley de Identidad de Género, el permiso de paternidad de 15 días, … aquí en la CAPV contamos con la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres, así como con el IV Plan de Igualdad; que por un lado visibilizan logros de la lucha de las mujeres y por otro, una cierta voluntad política (no sabemos si real o por ser “políticamente correctos”) indispensable para lograr dicho objetivo.
Pero esto debemos confrontarlo a diario con una realidad que nos recuerda que todavía hay mucho que hacer:
– Las mujeres soportan más del 70% de la producción doméstica tanto en las funciones de proporcionar cuidado y educación como en la de proporcionar comida o ropa.
– Las mujeres ocupadas dedican 1h y 40 minutos más diariamente a las tareas domésticas que los hombres ocupados (Emakunde 2005).
– Sólo el 3,8% de los hombres han compartido con su pareja el permiso de maternidad/paternidad en 2006 (Ministerio Trabajo y Asuntos Sociales 2007).
– Los hombres representan el 6,12% del total de las personas beneficiadas en 2006 de las ayudas para la reducción de jornada y excedencias para el cuidado de personas concedidas por el GV.
– Bajo la actual normativa, la práctica del aborto no está garantizada en la red sanitaria pública de forma normalizada. Por este motivo sólo el 2,9% de los abortos se realiza en hospitales públicos, frente al 97,1% de centros privados. Esta falta de accesibilidad a la red pública, dentro de los tres supuestos, obliga a muchas mujeres a un autentico peregrinaje y desplazamiento de una ciudad a otra, dentro de su comunidad o fuera de ella para poder abortar, con los problemas que conlleva de tipo económico, laboral y sicológicos.
– En 2007, 99 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas; en estos primeros meses del 2008, ya suman 17 (4 en un solo día la semana pasada).
Podemos llegar a pensar que con la aprobación de ciertas leyes y la incorporación de las mujeres al ámbito público y laboral, ya se logró la igualdad, pero vemos que tenemos todavía temas pendientes que superar, como el reparto equitativo de las responsabilidades domésticas, la paternidad responsable, el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, la violencia de género, … siendo esta última la máxima expresión de desigualdad entre hombres y mujeres, y un tema que en los últimos años ha pasado de la invisibilización a un trato en los medios de comunicación que, aun rechazando rotundamente estos actos tan terribles, se tratan como si fueran absolutamente ajenos a nosotras y nosotros, como si estos actos los realizaran hombres que no pertenecieran a esta sociedad, corriendo el riesgo de acostumbrarnos a esta violencia.
Porque la igualdad no es sólo cuestión de mujeres, creemos que debe aumentar la implicación de los hombres como un complemento necesario y no como un obstáculo para lograr dicho objetivo, se deben tomar medidas y crear espacios que, junto con el empoderamiento de las mujeres, favorezcan que los hombres, tanto individual como colectivamente, se sensibilicen y reflexionen sobre la injusticia, legitimidad y sostenibilidad del actual sistema patriarcal.
[MUGARIK GABE]